Se cierra un buen año, con más de 611.000 afiliados adicionales a la Seguridad Social, el máximo en doce años, y un descenso de casi 290.000 parados registrados en las oficinas de empleo. El aumento hasta 18,5 millones de afiliados a la Seguridad Social es el más favorable, dada la necesidad de fortalecer la situación financiera que atraviesa esta institución. Estas cifras finales no han llegado, sin embargo, a alcanzar la situación vigente en 2007, antes del inicio de la crisis, como ha ocurrido en la mayoría de las economías europeas. Asimismo, se ven empañadas por la naturaleza de los contratos de empleo suscritos, con una temporalidad elevada que no permite asentar la confianza suficiente en los empleados y salarios cada vez más reducidos.
En términos de bienestar, la superación de la crisis apenas se percibe en las capas menos favorecidas de la población, que en el caso de España conforman una mayoría inquietante. Son también las que pueden ver comprometida la cuantía de su pensión si las cuentas de la Seguridad Social no siguen, cuando menos, el ritmo de mejora observado en este año.
Fuente: El País