España acumula más de tres años con un saldo exterior positivo, lo que se combina con un crecimiento del PIB superior al 3%, una situación inédita en los últimos 45 años. Según un análisis del “think tank” EuropeG, la economía española mantendrá un saldo exterior positivo los próximos años, porque las exportaciones seguirán creciendo a un ritmo de al menos un 4%, y las importaciones aumentarán menos debido a un crecimiento medio-bajo de la demanda nacional.
Fuente: El Economista